Vuelta Numero 33.

Una nueva vuelta olímpica en Nuñez, después de varias situaciones adversas el equipo de Simeone gritó campeón.

Un presente totalmente diferente al de hace un mes atrás cuando River perdía el clásico en la bombonera y luego quedaba eliminado de manera insólita ante San Lorenzo. La ilusion de los hinchas y la copa se frustraba nuevamente y la crisis institucional volvía a empeorar.
Luego de una levantada anímica importante en el monumental ante Gimnasia, el equipo empezó a hacerse uno de los lideres con partidos importantes como el de Santa Fe ante Colón, ganando con un jugador menos casi todo el partido. A partir de ahí estudiantes empezó a dejar puntos en el camino y el equipo de Simeone empezó a sacar diferencia. Ratificandolo en la penultima fecha con dos golazos de Diego Buonanotte.
Aire, bastante aire es lo que le da el torneo a River, primero porque hacía 4 años que no lo ganaba, y segundo porque Boca quedó eliminado de la copa. A pesar de no ganar el clásico y quedar afuera de la Libertadores, por los resultados, River se lleva un saldo positivo en el primer semestre, segun Aguilar, (que empieza a aparecer nuevamente en los medios), y sí, esta vez no está de licencia, ahora si puede dar la cara y decir que mientras el estuvo se ganaron 4 torneos y Boca 3. Una ecuación que a pocos convence porque no habla de lo que no ganó o de todo lo que perdió, de los problemas con barras, jugadores, técnicos, etc. En fin volvamos al futbol. A lo largo del torneo no se mostró el juego que el hincha quiere y la alegría de un nuevo logro deja una sensación extraña. Resulta una mezcla de varias cosas, violencia en las tribunas, declaraciones inoportunas de los jugadores, hechos politicos lamentables; como el de alguien que vaya a saber de que cuadro es o que intereses persigue para tirar maíz en el propio monumental, supuestos enfrentamientos entre jugadores, etc. Pero en medio de todo eso, hay un equipo de fútbol y una hinchada, si la hinchada del hincha genuino que agotó las entradas en tiempo record para enfrentar a San Lorenzo por la copa después de perder el clásico, el que explotó el monumental ante Olimpo y alentó a pesar de todo, el que disfruto el título aunque no esté conforme con lo hecho en la copa. Y el equipo, plagado de jugadores de buen pie, que no encontraba el camino pero que siempre estuvo prendido a pesar de no terminar de aceitarse, el que además de buen pie tiene guapeza y coraje, como lo demostraron Tuzzzio, Ahumada, Ponzio y cia. También un arquero, Carrizo, que fue figura con actuaciones perfectas en momentos claves, un Ortega que potencia a Buonanotte y hace jugar a pesar de no estar 100%. Un Buonanotte goleador del equipo y que aparece cuando se lo necesita. Un equipo con variantes que seguramente está para mucho más, un equipo que por costumbre argentina seguramente ya se empezó a desarmar. Y es así, es lo que tenemos en nuestro futbol. Un campeón al que por primera vez no le cobran un penal a favor, un campeón con más individualidades que juego colectivo, quizas lo haya ganado por portación de nombre y porque los que podían pelearselo no supieron aprovechar o apostaron a otra cosa. En un nivel al que le pedimos mucho más este es el campeón del fútbol argentino, nos guste o no.

Porsupuesto aparecieron las cargadas y más cargadas.